domingo, septiembre 24, 2006

Pasiones en almas

Tus finos cabellos rizados rozaron mi rostro

Tus finos cabellos rizados rozaron mi rostro. Mi nariz notó tu suavidad y tu olor a miel recién recogida. Un escalofrío recorrió mi rostro. Me giré para seguir tus pasos, pero tú ya seguías los míos. Tu mirada se me clavó hondo. Una mirada seductora, sensual, de amor. Esa mirada que cuando la recibo solo puedo besarte o hundirme en un pozo de miserias. Me acerqué a ti, sin dejar perder esa mirada de gloria, te intenté coger las manos, pero tu ya cogiste las mías. En ese momento nuestras cabezas se acercaban. El tiempo se detuvo, el ambiente se heló, solo fuego vivía en nosotros. Tus labios rozaron los míos. En ese momento una explosión de euforia contenida, de fuego pasional, de amor salvaje, de cariñosa delicadeza, recorrió toda la habitación. El hielo sublimó en mil vapores bailarines a nuestro alrededor. Tu lengua, cual serpiente, recorría mi boca buscando mi lengua que a la vez buscaba la tuya. Tus finas manos recorrían con delirio mi cuerpo. Las mías, con delicadeza recorrían tu soñable torso en busca de la nueva pasión nunca antes conocida. Si por mí fuera ese momento duraría años. Así seria en mi imaginación y en mi desgastado lápiz. El amor hacia ti crecía de manera descontrolada. Cada mirada tuya, era un cielo para mí. Cada gesto tuyo era observador por mis ojos. Tu amor era y es mi vida. Sin ti, ¿qué es la vida? Nada con vació. Si vivo es por ti y para ti. Aunque tu lado no sea el mío, si tú existes, yo vivo. Tu sonrisa me llena de energía. LA figura de tu cuerpo arde en mi interior, tus piernas despistan mi mente y me llevan de nuevo hacia ti. En mis sueños apareces siempre a mi lado. Cuando me despierto y veo tu rostro bendito, muero en placer y alegría. Tu sonrisa funde miedos y penas en mi corazón. Los colores del mundo se muestran cuando estas alegre. Si estás triste, la oscuridad, el temor, se hace presente en mi alma y todo queda cubierto por ese manto negro que solo tú puedes levantar.

Mi amor, amor mío, no eres mío, pero me siento tuyo, te amo y me amas. Vivo y vives.

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