domingo, septiembre 24, 2006

mañanas a traves de la mente

Entre voces camino. Por la negrura de la calle, las sensaciones más diversas iluminan mi camino. Sus autores no entienden de penas ni sentidos, solo viven en el momento. Veo la soledad en rincones de luz, a la vez que la oscuridad esta en anchos planos de compañia. ¿Porqué al recordar bloqueo esta misma acción? ¿No hay otra felicidad en la vida que la que ocurre en pocos instantes?


Lo tenia todo en la vida, y ahora que tan solo he perdido una parte, el sin sentido se apodera de todas mis sensaciones, todo se va. Leo sobre ello, pero no me consuela saber que el tiempo perdido en información en las cuales me doi cuenta de que otros ya han pasado por lo mismo. ¿Dónde esta la inyección que hace olvidar? Sin embargo, tampoco quiero olvidar. Si almenos pudiese dormir o ahogar los sentimientos activos en mi alma.


El angel perdió las alas, ya no puede volver a casa. Entendiendo el sufrimiento me esfuerzo por mejorar, saber quién soy, qué represento, por quién vivo. Las hojas manchadas de pena y lagrimas no arreglan los tormentos del alma, pero ayudan a aclarar el derroche de ideas infactibles en mi mente perturbada por pensamientos que ni tan solo existen. Por qué nos esforzamos en descubrir qué ocurrirá. ¿No podemos contentarnos con lo que ya vivimos? Tampoco sirve culpar a otros ni darse pena hasta uno mismo. Entonces, ¿qué nos queda? uno mismo. El esfuerzo por olvidar, por ser mejores y mas fuertes. Fuertes... ¿Qué debe significar? ¿Ser una piedra con corazón de hielo? ¿No sentir, acaso, los dolores y placeres de la vida? ¿Ser un existencia inmunda?


Esta mañana miré por la ventana, como tantos otros días, como tantas otras personas. Entendí una vez más que por importante que vea mi mundo tan solo es un pieza del inumerable puzzle de la vida. Que sin una pieza no esta acabado pero, ¿a quién le importa que no se acabe? Espero poder creer que a alguien sí, a mí. A veces, también, me planteo la posibilidad de un Dios, no cualquier Dios, sino aquel que no es uno, sino la más alta imagen de todas las representaciones existentes. No es ni el cristiano ni el àrabe, ni el budista ni el induista. Es simplemente ese ente que inició el transcurso del tiempo (si existe). El dueño del puzzle que busca la pieza perdida y la coloca en su lugar exacto. Ni mejor, ni peor, el exacto.


Espero esa intención divina a que coloque mi pieza en su lugar adecuado, en el tiempo adecuado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Eiiii! Es nota el frikisme de Paulo Coelho que portes injectat a la sang...
Ets un mestre per descriure el que sents, en part, perquè gairebé sempre saps el que sents, i això es envejable. M'agrada molt llegirte, gràcies per haverme ensenyat el teu blog, significa que encara confies algo en mi, no? jejejeje.
No et matis gaire a currar, jejeje. ¿Nene, este móvil tiene tum tum? :S
Fins un altra!!!!!