jueves, septiembre 28, 2006

Cadenas, dulces cadenas...

Necesito volver. Volver al ayer. Cuando sabia qué era lo que queria. Veo la puerta que me llevará a mi nueva época, pero unas cadenas se aferran a anclarme en mi pasado. Ayer conseguí tocar la puerta y mirar por la cerradura, pero de nuevo me han hecho retroceder. Me esfuerzo por canviar, lo intento, fracaso. Lucho contra mis propias zarzas para atravesar el umbral del resto de mi vida. No me veo con fuerzas de escribir aquello que siento. Tal vez siento. Tal vez debo sentir. Mi energia, la dedico a mis cadenas, dulces cadenas que me atan, me esclavizan, me colocan. Son como el opio, aunque se que no son algo bueno, me acompañan y tranquilizan. ¡Salid de mí! Pero unas zarzas se aferran a anclarme en mi pasado.

El opresor

Nunca podré ser como él. No puedo competir con eso. ¿Qué hago yo aquí? Quiero irme de aquí –el pecho me oprime–¿Qué estoy haciendo? Por favor... ¡Ayuda! –mi mente grita– ¿Estoy solo? No puedo. ¡No puedo! ¡Dejadme ir! –el pecho me mata– ¿Quién eres? ¿Por qué me lo haces? ¡Dime quién eres!... Sé quién eres. ¡Sueltame! – el pecho me oprime como nunca– Pensaba que ya no eras. Que ya no estabas... No puedo. Aquí me quedo. Adiós.

martes, septiembre 26, 2006

Encontré al que no estaba perdido

Hoy he decidido hacer algo diferente. He jugado con mi subconsciente.

Salí de la facultad lleno de saberes, cogí el metro. Admiré a la gente que pasava por mi lado. Sus miradas, algun gélidas y otras ardorosas. Besos entre parejas, disputas entre congeneres, corridas por los eternos pasadizos del metro de Barcelona. Me sentí libre de la noción del tiempo. Caminé, sin perder de vista mis propios pasos y los de los demás. Observé cada rincón, cada escalera, cada maquina, cada mirada. Al salir al exterior algo me dijo -no vayas por donde siempre- y así lo hice. En vez de seguir por Ramblas cogí la calle que conozco como Palau (no es ese su nombre, sin embargo, por una larga historia decidí llamarle así, ahora es mi calle, mi pequeña aportación a la nada), investigué cada tienda, cada gesto, cada mirada. Primero por una acera, y luego por la otra. Despues bajé hasta el MACBA, (amargos antiguos recuerdos vienen a mi mente) seguí por una calle desconocida y me metí en el lado más oscuro del Rabal. Al principio parecia nada más que un barrio, pero cada calle que cruzaba, cada encrucijada por la que torcia, se convertia en un paseo espiritual por mi mente. Recordaba mi antigua vida, frases de libros leidos, doctrinas olvidadas... Empecé a ver la película de mi vida, cada cosa que recordaba la dipositava en el cajon de “lecciones aprendidas”. Hasta que llegue a mi presente. Entonces entré en una calle donde alguien intentava robar una bicicleta, al verme desistió, abandonó. En ese momento me pregunté porque razón robar sin necesidad. Tal vez por odio. ¿Odio a qué? a todo y a nada. Algo en que creer supongo. Bien pues volvamos a mi vida. Recordé que amaba a alguien... un momento, ¿amaba? ¿acaso ya no? No la amas me dijo una de mis neuronas. ¿A que saben sus besos? a nada. Entonces, ¿la amas? NO. Me respondí con firmeza, como nunca antes. Pero la necesito. En ese momento comprendí que era para mí, una obsesión. Algo por lo que luchar, algo por lo que vivir. Pero yo no vivo por nadie, vivo por mí. Dejé de amarla. La obsesión se atenuó. Me entendí, no me mentí. He sido sincero conmigo mismo. Estoy a un paso más de enfrentarme a mi mismo. Aun me obsesiona, aun ocupa mi espacio. Pero el día en el cual sea capaz de verla con otros hombres sin intentar atarla o cortarle su libertad, ese día, tendré todo el sentido de nuevo en mí. Podré ser quien verdaderamente soy. ¡YO! ¡SOY YO! Mi pensamiento gritó bajos las luces de un anuncio de Kebabs. El mundo no ha sido el mismo desde entonces solo espero que mañana me levante mejor que hoy y peor que la semana que viene, porque solo así me siento vivo. ¡VIVO! ¡VIVO POR MI! Ahora soi capaç de amar más a todo, incluso a la que he dejado de amar la amo más que cuando no podia vivir sin ella. Porque he comprendido que su felicidad es la mia y la mia es la suya. Todos en uno. Como el lema de los mosqueteros. A mi cabeza acude la frase del loco de Atenas “busco personas”, pues bien señor, ya no busco personas, encuentro personas. Gracias por poder darme esta visión de mi mundo. A quien ya sabe que merece mis gracias, la primera persona que me encontré cuando me volví persona.



lunes, septiembre 25, 2006

Sino

A veces me pregunto por cuestiones que, aparentemente, no tienen ningún significado practico en la vida. Sin embargo me lo pregunto. Preocupado por no encontrar dicha respuesta, pregunto a mis amigos y compañeros. Ellos, muy a su pesar, tampoco las saben responder. “Son trivialidades” me dicen. Pero para mi no. Mi alma no soporta la duda. No entiende de vacios. Necesita llenarse de las respuestas sin sentido. Busco, me informo, leo, divago... pero la solución no me encuentra.


¿Por qué necesita el ser humano tener una persona al lado? No comprendo. Si fuese por ser un confidente, ¿por qué decidimos entre hombre y mujer? Si fuese por el amor, ¿por qué existen los y las amantes?


Yo mismo, sin entender tal qüestión, la necesito a mi lado. Como el cielo es necesario para la tierra. Como las moleculas para la vida. Sin comprender la amo. Sin necesidad mi mente me engaña. Sin valentia me miento. El por qué me invade, me aplasta, no me deja respirar ni articular palabra alguna.


Ayer me levanté, me vi en el espejo pero no me reconocí. ¿Quién eres? ¿Quien soy? ¿Que vienes a hacer? ¿Que vienes a decirme? Tu no eres yo. Yo no soi tú. Sin embargo lo tengo delante y le pregunto ¿por qué la necesitas?. No me responde. Me mira. Tan solo me contempla. Recuerdo una frase leida en un libro: no intentes encerrar el amor en un bote, deja que corra por tus venas. Le miro, me mira. Comprendo. No la necesito. Me he acostumbrado a necesitarla, como a una droga. Se que ha estado con otros hombres, pero siempre me lo he negado. Pero ahora le digo, me digo. Ha estado con otros hombres. Me devuelve la mirada. Ha estado. ¿Y qué? ¿Acaso no tiene el derecho de dejar correr el amor por sus venas? No lo encierres, no puedes encerrarlo. Ha estado con otros admitelo. No te quiere. Sí que lo hace. No te mientas. No la necesito. No la necesitas. Lagrimas de cocodrilo, no son reales. Duele. Nadie dijo que fuese fácil. No hace falta. Lo superaras. Ahora! Cada cosa a su tiempo. Quiero concluir. Debes concluir. Acabo con esto. Acaba, no la necesitas. No la necesito. Aun así la necesitas. Lo sé. ¿Por qué? Me he acostumbrado. Lo ves. Lo digo. ¿Lo crees? No. Pues no lo digas. No quiero mentirme. ¿Lo haces? La quiero. No es tuya. Quiero luchar por ella. ¿Para qué? Para saber el sino de mi vida. ¿Por qué tener un objetivo? Para vivir. ¿Por qué quieres vivir? Para no morir. Ya estas muerto.


Ya estoi muerto.


Me lavo la cara, me ducho. Escucho musica, leo, veo la televisión, estudio, trabajo, no pienso. No pienso. No pienso. No pienso. No pienso. ¿Por qué deberia pensar? No pienso.


¿Mañana será otro día?

domingo, septiembre 24, 2006

mañanas a traves de la mente

Entre voces camino. Por la negrura de la calle, las sensaciones más diversas iluminan mi camino. Sus autores no entienden de penas ni sentidos, solo viven en el momento. Veo la soledad en rincones de luz, a la vez que la oscuridad esta en anchos planos de compañia. ¿Porqué al recordar bloqueo esta misma acción? ¿No hay otra felicidad en la vida que la que ocurre en pocos instantes?


Lo tenia todo en la vida, y ahora que tan solo he perdido una parte, el sin sentido se apodera de todas mis sensaciones, todo se va. Leo sobre ello, pero no me consuela saber que el tiempo perdido en información en las cuales me doi cuenta de que otros ya han pasado por lo mismo. ¿Dónde esta la inyección que hace olvidar? Sin embargo, tampoco quiero olvidar. Si almenos pudiese dormir o ahogar los sentimientos activos en mi alma.


El angel perdió las alas, ya no puede volver a casa. Entendiendo el sufrimiento me esfuerzo por mejorar, saber quién soy, qué represento, por quién vivo. Las hojas manchadas de pena y lagrimas no arreglan los tormentos del alma, pero ayudan a aclarar el derroche de ideas infactibles en mi mente perturbada por pensamientos que ni tan solo existen. Por qué nos esforzamos en descubrir qué ocurrirá. ¿No podemos contentarnos con lo que ya vivimos? Tampoco sirve culpar a otros ni darse pena hasta uno mismo. Entonces, ¿qué nos queda? uno mismo. El esfuerzo por olvidar, por ser mejores y mas fuertes. Fuertes... ¿Qué debe significar? ¿Ser una piedra con corazón de hielo? ¿No sentir, acaso, los dolores y placeres de la vida? ¿Ser un existencia inmunda?


Esta mañana miré por la ventana, como tantos otros días, como tantas otras personas. Entendí una vez más que por importante que vea mi mundo tan solo es un pieza del inumerable puzzle de la vida. Que sin una pieza no esta acabado pero, ¿a quién le importa que no se acabe? Espero poder creer que a alguien sí, a mí. A veces, también, me planteo la posibilidad de un Dios, no cualquier Dios, sino aquel que no es uno, sino la más alta imagen de todas las representaciones existentes. No es ni el cristiano ni el àrabe, ni el budista ni el induista. Es simplemente ese ente que inició el transcurso del tiempo (si existe). El dueño del puzzle que busca la pieza perdida y la coloca en su lugar exacto. Ni mejor, ni peor, el exacto.


Espero esa intención divina a que coloque mi pieza en su lugar adecuado, en el tiempo adecuado.

Loco

El mundo esta loco

El mundo esta loco. No de locura en vano hablo, porque si por locura fuera hasta yo vestía camisón. Hablo de locura ignorante, locura que no conoce a la locura. De evidente rapidez y dudosa orientación. Sin dirección ni sentido, girando en esa espiral efímera que nos lleva al reino de ninguna parte. Olvidar nuestra condición y convertirnos en relojes inhumanos en que ni el tiempo tiene sentido. Encarcelado por el segundo, custodiado por el minuto, condenado por la hora y entregado por mi madre. Qué es madre sino protección, pero si esta es rota ¿qué queda de madre?

De lecciones aprendidas quieren que hable. Pero estas olvido. Nunca digo sino aprendo. Intentando estar en el remanso. Cómo conseguir la valiosa experiencia sin que envejezca el alma, siendo esta la causa de la locura.

A mi, si me preguntan diré que estoy loco. Pero mi locura es la de aquel que resiste a la vida sin dejar que las lecciones de tiempo interfieran en ella. Locura del desigual. Aquel que con medio pincel, no pinta sino regala. De callar no entiendo si obligan.

Entonces, ¿quién es loco? ¿Mundo o yo? Solo uno es normal, cuyo nombre todos conocen i nadie pronuncia. El Nadie, aquel que no existe. Por tanto, ¿por qué decimos loco, si loco es todo? Por puro alzamiento de la persona y mentir al alma, que ya conoce la mentira. Almas negras, sin vida. Llevando a otra pregunta, una entre tantas en mi pensamiento. ¿Para que vivimos? Las almas vienen y van sin orden. Sabiendo que nos queda medio suspiro de vida. El único consuelo que nos queda es el amor. Amor, no sexo. Conceptos diferentes que se suelen “sinonimar”. Uno no es sin otro, y otro no es sin uno. El amor no es corrompible sino falsificable. No se rompe sino descansa. Ese amor que nos lleva a sacarle brillo y talvez algún color al alma.

Despidiéndome me voy, no me olvido sino aprendo, no callo sino bajo la voz. No me recuerden sino aprendan. No callen sino escriban.


Un servidor a mi amor. A la que hace que mi alma reluzca.

El amor, la zarza y la rosa

Te toco y me apartas

Te toco y me apartas. Te amo y me dices pesado. Hago lo que me dices y me llamas idiota. Pienso como me dijiste que pensara. Mi alma me contradice. ¿Pienso o siento? Ya no lo se. Caballero de armadura de plástico, caballo de paja y lanza de madera. De puño fuerte pero débil forjada. ¿Qué sentido siento si el sentido no me orienta? Alma liosa, cadenas enzarzadas, zarzas encadenadas, zarzas de metal en camino de polvo se cierran a tu paso, se acercan con sigilo a pasos de nomo. Se agarran a tus tobillos dejándote sin movimiento libre. Pero, ¿qué es libertad sino felicidad? Asimdotas que son imposibles de alcanzar. La espada de la verdad, a la que antes no conocía, se clava poco a poco en mi pecho separando carne de hueso, desgarrando trozos de fibras musculares.

De rodillas miro como en el camino de rosas están las zarzas metálicas. Miro a la gran rosa, la más bella, que esta en frente mío, de espalda sin darse cuenta de ello, camina con paso alegre, no mira atrás. Yo, grito su nombre y ella levanta la mano y me dice que esta llegando y continúa con el mismo paso, alejándose. Cómo es posible que no se de cuenta; O, cómo es posible que dándose cuenta se quede impasible. Lo mejor será liberarse de las zarzas aunque ello retrase mi paso. Tal vez con el tiempo vuelva a seguir el paso como antes. Otras veces me he liberado, pero he vuelto a la misma zarza. Ya conocida, me sonríe.

Ahora, la miro, bajo la vista. Ya esta, mi movimiento se ha detenido. No queda ni rosa ni zarza. La oscuridad absoluta. Negro. Adiós.

Con una palabra morí

De palabras me arrepiento

De palabras me arrepiento. Mi gran rosa se dio la vuelta, dejando al aire, tras sus rizados cabellos, su rostro llorado. Abriéndoseme los ojos y en estupefacto estado, la zarza que me agarraba no es más que un simple brote, que de “vientollevar” se va. Subiendo horrorizado y taquicárdico la mirada y viendo la zarza que ahoga la Rosa, mi Rosa. Salí corriendo, de pies volantes, hacia mi amada damisela. Espinas en mi alma no recuerdo, tampoco dolor, solo la rabia de abrir los ojos tarde y ante la posibilidad de perder la Rosa. Arrancando hojas y tallos de metal, la sangre corría por el camino dejando marca de por vida. Ahora solo me planteo un objetivo, destruir tal zarza y sus efectos. ¿Cómo destruir si al palparla me destruye? Siendo arma el amor, las metálicas espinas se vuelven ridículas plumas de canario. No en dos días conseguiré desplumarla, pero con paciencia y buena intención la espera disminuye mientras el amor nunca descansa. A veces descansa pero siempre esta y crece con ello. Tormentas pasarán, rayos caerán y mi amor por siempre cubriré. Si por sangre fuera, seco quedaba. Si por amor es, morir a tu lado. Morir no es morir si vivir es amar. De amor viven almas i de amor mueren por descanso. Amor vago no es mi caso, sino amor ciego, aquel que no ve. La razón me la jugó, el amor no entendió. Y yo confundido con una palabra morí.

Pasiones en almas

Tus finos cabellos rizados rozaron mi rostro

Tus finos cabellos rizados rozaron mi rostro. Mi nariz notó tu suavidad y tu olor a miel recién recogida. Un escalofrío recorrió mi rostro. Me giré para seguir tus pasos, pero tú ya seguías los míos. Tu mirada se me clavó hondo. Una mirada seductora, sensual, de amor. Esa mirada que cuando la recibo solo puedo besarte o hundirme en un pozo de miserias. Me acerqué a ti, sin dejar perder esa mirada de gloria, te intenté coger las manos, pero tu ya cogiste las mías. En ese momento nuestras cabezas se acercaban. El tiempo se detuvo, el ambiente se heló, solo fuego vivía en nosotros. Tus labios rozaron los míos. En ese momento una explosión de euforia contenida, de fuego pasional, de amor salvaje, de cariñosa delicadeza, recorrió toda la habitación. El hielo sublimó en mil vapores bailarines a nuestro alrededor. Tu lengua, cual serpiente, recorría mi boca buscando mi lengua que a la vez buscaba la tuya. Tus finas manos recorrían con delirio mi cuerpo. Las mías, con delicadeza recorrían tu soñable torso en busca de la nueva pasión nunca antes conocida. Si por mí fuera ese momento duraría años. Así seria en mi imaginación y en mi desgastado lápiz. El amor hacia ti crecía de manera descontrolada. Cada mirada tuya, era un cielo para mí. Cada gesto tuyo era observador por mis ojos. Tu amor era y es mi vida. Sin ti, ¿qué es la vida? Nada con vació. Si vivo es por ti y para ti. Aunque tu lado no sea el mío, si tú existes, yo vivo. Tu sonrisa me llena de energía. LA figura de tu cuerpo arde en mi interior, tus piernas despistan mi mente y me llevan de nuevo hacia ti. En mis sueños apareces siempre a mi lado. Cuando me despierto y veo tu rostro bendito, muero en placer y alegría. Tu sonrisa funde miedos y penas en mi corazón. Los colores del mundo se muestran cuando estas alegre. Si estás triste, la oscuridad, el temor, se hace presente en mi alma y todo queda cubierto por ese manto negro que solo tú puedes levantar.

Mi amor, amor mío, no eres mío, pero me siento tuyo, te amo y me amas. Vivo y vives.

acuchillando el cielo

Liberada está la flor

Liberada está la flor. Cicatriz le dejó la operación. Salva eres hermosa rosa. De tormentas te hablo, tormentas de granizo y pena. Aquellas que viven hasta morir la noche. El sol, con sus potentes rayos de luz, atraviesa las nubes como si de cuchilladas se trataran. Heridas sobre el manto oscuro que devuelven a la vida. Acuchillando el cielo por ti. Buscándote en la inmensa oscuridad. Hasta dar con una alma de tristeza, acurrucada bajo el manto de la ignorancia. No conoce ni sabe; adónde va ni dónde está. El haz de luz golpeó tu cara como si fuese por primera vez. Al poderte poner en mis brazos, una sonrisa escapó de tu rostro, estalló en mil pedazos, convirtiéndose cada una en una hada de la felicidad. Pequeñas semillas sembradas bajo el oscuro manto de nubes. De tu mano fui al rostro y te empujé hasta la luz. Tu recogiste mi agotado ser y me elevaste sobre nubes de carne y agua, de luz y brillo, de confusión hipnótica. Mi felicidad se construye a partir de la tuya. Mis cansados ojos miran tu figura bailar delante mío, para mi. Eso es felicidad. Me estiro, me abrazas, cierro los ojos, te siento, me duermo, te amo.

De felicidad se llena mi alma, alma de colores y brillo. Sabiendo, sintiendo tu espíritu junto al mío, que de la mano recorren el camino polvoriento. Las zarzas nos miran atentas, pero escondidas tras un manto de negrura. Se esconden de la alegría. Zarza que cuando toca la bienaventuranza, arde y se funde en millones de trozos efímeros, que de luz y oscuridad no entienden. Simple existencia de piedra. Piedra fría, gris, estática, silenciosa. Restos de un amor que arde, que quema la tristeza. Que vive; siendo feliz.

jueves, septiembre 21, 2006

Noches sin dormir

Noches sin dormir

Noches sin dormir. Ratos perdidos en mi mente. Respuestas contrarias a una misma pregunta. ¿Por qué me siento así? ¿De verdad lo siento o es resultado de mi propio protagonismo? Egocentrismo, egoísmo o sensibilidad, febrilidad. En todo caso quien fue ya no es. De celos ha muerto el canario. A golpes ha muerto la vida. El corazón se secó y de morfina se alimenta. Parámetros incomprensibles, resultados incongruentes. Dos caras de la misma moneda se funden en billetes cambiables por vidas. Vidas perdidas en restos de amores; se prometían el destino del universo, llegaron a tener el sol bajo sus pies, tan cerca, que se quemaron, separándose en polos opuestos y unidos por fundición. Uno muerde, otro llora. Uno calla, otro ignora. Siendo espadas blancas las que cierran, y la muerte, como inquisidor del camino. Él tiene el poder absoluto. Separa y une. Soluciona vidas o empeora situaciones. El material se vuelve efímero y meros objetos sin uso. Todos acaban por ser causa y consecuencia del inquisidor.

En los ojos se reflejan las zarzas clavándose en almas débiles, la carne no duele, pero el alma se resiste. Almas perturbadas gritando por el reposo. Nadie es libre. Todos son esclavos. Esclavos de la apariencia y la condición social. Bajo este cielo la razón humana reina. Razón, la gran sabia y nunca se ofende ni se corrompe. Y humana, la perdición de la especie. Sentimientos que interfieren y destruyen. Guerras perdidas o ganadas a base de inyecciones de almas descarriadas para siempre. El reloj de la vida se derrite ante los sentimientos.


Inaguración

Noches sin dormirEste blog se convierte en mi lugar de desahogo. Estos escritos no han de tomarse al pie de la letra sino interpretarlos cada uno a su manera. No espero que os gusten, simplemente son lo que consigue salir de mi mente y plasmarse en unas palabras.

Gracias.