domingo, octubre 01, 2006

Sentado en un bar

Estoy sentado en un bar. Ya cierran pero yo tomo mi te tranquilamente. Fumando un cigarrillo que no es mio, empiezo a escribir. La gente me mira curiosa, pues un chico solo en una cerveceria tomando un te, fumano y escribiendo, no es algo muy usual. Una chica se para a mi lado. Pide canvio al camarero y de reojo intenta espiar mis palabras. Doy un sorbo, un calada. Los camareros cruzan miradas, es su hora de cerrar, pero unos cuantos indeseables aun estamos aposentados. Alguien pide la cuenta. En la mesa del fondo alguien rie. Otro sorbo, otra calada. Preparan los servilleteros para el día siguiente. Ahora me pregunto, ¿y si mañana no fuera otro día? ¿De qué serviria llenar los servilleteros? Y si mañana nadie existiese, ni tan solo yo mismo, ¿De qué me serviria escribir? Alguien dijo una vez si mañana fuese el fin del mundo aun hoy plantaria un arbol. Tal vez me ocurra lo mismo. Ahora los camareros hacen algun chiste sobre mi. ¿Intentan echarme ya? aun llevo medio vaso lleno, o medio vacio, segun se mire. Recuerdo la causa de mi estancia en este solitario bar. Una escena casera un tanto lugubre. Al ir atras en el tiempo se me presenta la escena como un cómic humoristico. Un cuarto de vaso, apago el cigarrillo. Solo el ultimo sorbo. Suena el móvil. ¿Diga? Sí, ya voi a casa. Estoy bien. Sí. En cuanto llegue te llamo. Gracias. Mil gracias... Esto si que es un placer saber que hay alguien que te quiere. Me acabé el contenido de mi vaso. Los hielos suenan al caer en el fondo del vaso. Pido la cuenta. Euro y medio por favor. Doi dos euros. Quedese con el canvio. Gracias. A vosotros. Me voi. Y vuelvo a mi vida fuera de mis palabras. Hola mundo vacio, hola mundo lleno. Inspira a mi corazón. Para que mañana sí sea otro día.

No hay comentarios: