Hoy se ha abierto la caja de Pandora.
Ordenando cds y más cds, encontré alguno sin etiqueta. Antes de decidir que hacer con ellos los deje en una pila para que más tarde pudiera saber de su contendido.
Coloqué el primer cd en el lector y noté como todo el portatil empezaba a rezumar por el esfuerzo. Finalmente apareció el icono para descubrir qué es lo que albergaba. Apareció ante mi una colección de antiguos ficheros, fotografias y escritos, que ya creia olvidados. Empecé a abrir uno por uno todos de los archivos, cada una de las fotografias y cada uno de los escritos. Entonces un alud de recuerdos invadió mi poco preparado cerebro. Eran hechos, palabras y acciones que habia enterrado bajo una densa capa de polvo para que no atacaran mi presente. Tal cantidad de abrumadores recuerdos, tanto bellos como dolorosos, hizo que una pequeña campanilla de cristal saliera de mis ojos para recorrer la mejilla. Esa lagrima no era por lo qué ocurrió, sino por cómo decidí esconder esos recuerdos y la manera en como volvia a repetir los mismos errores que en el pasado, sin haber aprendido la dura lección que la vida me ofreció.
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Este es un nuevo comienzo. Un renacer que deberia de ser necesario. Una alegria en un tazón de miel. Un sollozo en un bosque oscuro. Un nuevo sol que ilumine el camino de mi vida.
